Desde finales del siglo XIX las ideas y teorías idealistas y materialistas han encontrado detractores, quienes llevan el tema a establecer ideas filosóficas teñidas de aires teológicos.
Desde el organismo más microscópico, hasta el ser animado más grande, están unidos por un mismo lazo que se llama vida y ese término tiene divididas opiniones en los seres humanos quienes pensamos algunos en ella a nivel espiritual y otros a nivel científico; los idealistas quienes consideran que la vida fue creada por un ser superior, defienden que los que consideran este “fenómeno” sagrado de manera científica, deben limitarse a contemplar lo ya creado y no modificar lo que desde un principio se hizo perfectamente. Por lo tanto la materia es algo inerte, inanimado y no sirve si no tiene alma, cuando esta se desprende solo queda un cadáver que se pudre.
Cosa que los materialistas rechazan abiertamente e insisten en que la materia tiene fundamentos en otra teoría y que no necesita de ningún principio espiritual para ser. Aún así los materialistas no tenían una teoría tan firme como la tenían los idealistas sobre la creación del ser humano y la vida de los seres en general.
La teoría de la generación espontánea era algo que los materialistas consideraban ignorante por parte de quienes de una forma u otra tenían creencias religiosas, al mismo tiempo la teoría idealista de platón que apoya aquella de que la materia sin alma carece de importancia.
Después Aristóteles no solo apoyó la teoría de la generación espontánea sino que se dedicó a hacer descubrimientos comprobados sobre la misma; posteriormente C. Darwin y otros investigadores Rusos señalaron que el mundo había tenido otra clase de seres vivos en épocas anteriores.
Tomás de Aquino defensor de las ideas religiosas aseguraba que los demonios existían por lo tanto de ahí surgían todos esos organismos repugnantes como gusanos e insectos de los cuales aún no se sabía de dónde surgían ya que los materialistas aún con sus ideas y teorías no daban respuestas certeras.
El mendelismo – Morgalismo defendía que la raíz de la creación y todas las propiedades de la vida son los genes; que son partículas de una sustancia que se encuentra en los cromosomas del núcleo celular.
Así sucesivamente van apareciendo más teorías como: sustancias orgánicas, origen de las proteínas, formaciones coloidales, coacervados etc, que a los ojos de los idealistas
se sigue viendo como creación Divina.
En mi opinión personal considero imposible de creer que viviendo en un universo y en un mundo en constante evolución, simplemente hayamos dejado de evolucionar, que las bacterias sigan siendo bacterias, los monos sigan siendo monos; y más aún que de una misma partícula hayan salido especies tan diversas como mamíferos, reptiles, batracios, arácnidos, plantas, organismos unicelulares e increíblemente el hombre y peor aún es creer que de la casualidad haya surgido tanta perfección; por mi parte me aferro a la creencia de que indudablemente fuimos creados por un ser sabio, un ser superior que dio a cada quien según su voluntad para que quedara el universo en completo equilibrio y exuberante belleza, que hizo cosas tan minuciosamente perfectas que aún hoy en día no se les encuentra explicación, que doto, no solo al mundo sino al universo de tan variados elementos que resulta difícil comprenderlo desde la frialdad de la teoría materialista.
Génesis 1:31
Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.
Génesis 2:1-2
2:1 Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. 2:2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.
Tomado de: http://antipas.net/sb/01sg.htm
Génesis es el primer libro de la Torá (‘La Ley’ o Pentateuco) y también el primer libro del Tanaj, la Biblia hebrea (conocida por los cristianos como el Antiguo Testamento). En hebreo los libros del Pentateuco se conocen por su primera palabra, así que para los hebreos este libro es Bereshit ('En el principio').
El nombre génesis proviene del griego γένεσις (/guénesis/), ‘nacimiento, creación, origen’, en hebreo esta palabra «génesis» se dice תּוֹלֵדוֹת (‘generación’) aunque como título del libro se utiliza בְּרֵאשִׁית (/bereshít/), ‘en el principio.
Tomado de: https://es.wikipedia.org/wiki/G%C3%A9nesis
Se cree que fue escrito en año 950 a.c. aproximadamente y aunque su autor no se conoce algunos creen que fue escrito por el patriarca Moisés.
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